Después del extraño verano lleno de altibajos, días lluviosos y grandes cambios en muy poco tiempo, sentimos ahora ese “subidón” que da cuando al fin hay días soleados. Es momento de aprovechar el renacer de las cosas. De desprenderse de viejas creencias y patrones de conducta ya viciados.
No luches contra corriente; suéltate y déjate llevar por el lado positivo de los sucesos. Cada problema es un reto. Cada idea es creatividad.
Muchos son los roles que nos toca representar a diario. El rol de padre o madre, el de hijo, nuestro rol en el trabajo, como jefe, o tal vez como empleado, y muchas veces tenemos muy en cuenta lo que se espera de nosotros o nos sentimos incluso presionados por el entorno, familia, sistema,…Y no siempre conseguimos volver a un estado natural al acostarnos y dormir para desconectar, recuperarnos y tener un reencuentro con nuestro niño interior. Necesitamos al menos una dosis diaria de paz. Algo tan simple pero tan poderoso que puede cambiar nuestra forma de ver la vida y ayudarnos a ver con más claridad.
Comienza buscando un momento solo para ti: “tu momento”.
A veces basta con escuchar la música que más te relaja, tocar un instrumento o hacer una actividad que te ayuda a olvidarte del resto del mundo. Pones toda nuestra atención en el “aquí y ahora” y parece que el tiempo se detuviera.
Siéntate a orillas de un río, escucha en silencio el sonido a tu alrededor, aspira el aroma…o sencillamente cierra los ojos lejos de lo cotidiano para estar contigo y sentir la energía. Es realmente eso lo que mueve la vida. Energía …y mucha. Entrando en un estado de paz interior podrás sentir tu lado creativo.
Vivimos en un mundo de posibilidades infinitas y todo aquello que deseas puede hacerse realidad. Recuerda las veces que la vida te ha sorprendido con sucesos tiempo atrás inimaginables.
Busca en tí ese don especial que cada uno de nosotros tenemos para ofrecer al mundo y comienza a crear. Toma consciencia de cada instante y disfruta cada momento porque es irrepetible.
Te darás cuenta que te vuelves más consciente y más libre.
Recuerda que si los roles y estereotipos de este sistema que vivimos te atrapan y has dejado de creer en ti siempre estará ese rincón de paz que puedes buscar para sentirte en “tu momento” y volver a casa.